lunes, 11 de mayo de 2015

LA EDAD MODERNA

LA EDAD MODERNA
La edad moderna es el periodo que va desde el Descubrimiento de América hasta la Revolución Francesa (1492 al 1789) Siglos XVI, XVII y XVIII.
Los hechos más relevantes de esta época son:

  1. MONARQUÍA AUTORITARIA.- Los reyes recuperan el poder que habían entregado a la nobleza durante el feudalismo.
  2. LOS CRISTIANOS.- Se rompe la unidad de los cristianos que ahora se dividen en católicos y protestantes.
  3. EL RENACIMIENTO.- Se produce un renacimiento de la ciencia, la cultura y el arte.
  4. LOS DESCUBRIMIENTOS.- Es la época de los grandes descubrimientos geográficos.
  5. DESARROLLO DEL COMERCIO.-  En esta época hay un gran desarrollo del comercio sobre todo el comercio con las tierras descubiertas, comercio colonial.
  6. CRECIMIENTO DE LA BURGUESÍA.- Como consecuencia del desarrollo del comercio va creciendo la burguesía. En algunos países dan ya muestras de su interés por gobernar, pero será al final de la Edad Moderna cuando se produzca la más famosa revolución burguesa: La Revolución Francesa.
  7. La Crisis Religiosa
    Los vientos de modernidad no sólo trajeron cambios a nivel político y económico. La crisis que sufrió la Iglesia Católica en el siglo XVI fue uno de los acontecimientos relevantes del período, que posteriormente se llamó Reforma.
    Este proceso dividió a la Iglesia entre católicos y protestantes. Las razones que explican la división del catolicismo son numerosas.
    En el aspecto político, el desarrollo del sentimiento nacional y soberano hizo que los Estados se rebelaran contra la autoridad del Papa. El motivo era la profunda crisis moral que afectaba a la Iglesia: venta de indulgencias, la simonía (compraventa de situaciones de orden espiritual o religioso), el incumplimiento de los votos sacerdotales, los abusos de poder, etcétera.
    En el ámbito económico, las extensas tierras que estaban en poder de la Iglesia y los impuestos que cobraba en cada rincón de Europa, fueron motivos suficientes para que los Estados nacientes buscaran desligarse de estas obligaciones tributarias, y pretendieran anexar al territorio nacional los dominios eclesiásticos.
    Quien inició el proceso de ruptura definitiva con la Iglesia Católica fue el monje alemán Martín Lutero (1483-1546). Muy molesto por la venta de indulgencias en Wittemberg, pueblo donde enseñaba en una Universidad, Lutero redactó 95 razones, las 95 tesis, con las que acusó a la Iglesia de corrupta. El Papa León X lo excomulgó, pues Lutero se negó a arrepentirse de sus acusaciones.
    Los príncipes alemanes apoyaron al monje, puesto que en la lucha del sacerdote, vieron la posibilidad de desligarse del dominio de la Iglesia. Rápidamente, los seguidores de Lutero aumentaron, y surgió la nueva doctrina.
    El luteranismo eliminó algunos sacramentos, negó la adoración a los santos, suprimió el latín como idioma oficial de la Iglesia Católica y desconoció la autoridad del Papa como máximo representante de Dios en la Tierra.
    En otros países, las ideas protestantes se difundieron rápidamente; en Suiza, Juan Calvino dio origen al Calvinismo; y en Inglaterra, el rey Enrique VIII se separó de la Iglesia Católica y formuló una nueva religión, el Anglicanismo.
    Después de este duro golpe, la Iglesia Católica determinó hacer una profunda revisión interna. Para ello, convocó a un Concilio en la ciudad de Trento, el que se inició en 1545. Tras esta reunión, que duró varios años, la Iglesia definió su doctrina:
    • Validez de la autoridad del Papa,
    • El celibato eclesiástico,
    • La devoción a los santos,
    • Ratificó la validez de los sacramentos, etcétera.
    A este movimiento católico se le llamó Contrarreforma.
    Como consecuencia de la división de la fe, estallaron guerras en todo el continente. Las llamadas Guerras de Religión se extendieron por más de cuarenta años, enfrentándose católicos y protestantes con una violencia, que sólo se justificaba por el afán de poder político, y por la defensa cerrada de la fe de cada uno de los bandos.